El 5 de febrero de 2022, ocho personas llegaron baleadas a la urgencia del Hospital El Pino, en San Bernardo. Nunca se supo qué fue lo que ocurrió. Las víctimas, casi todas jóvenes, venían de la villa Cordillera de Los Andes. Allí y solo hace minutos, dos bandas se habían disputado la calle a tiros. El Centro de Investigación y Proyectos Periodísticos (CIP) de la Universidad Diego Portales documentó cada capa de esta historia: una de drogas, plomo y sangre… una, más bien, de abandono en un barrio donde todo ha fallado.
All content for Niños de quién is the property of CIP UDP and is served directly from their servers
with no modification, redirects, or rehosting. The podcast is not affiliated with or endorsed by Podjoint in any way.
El 5 de febrero de 2022, ocho personas llegaron baleadas a la urgencia del Hospital El Pino, en San Bernardo. Nunca se supo qué fue lo que ocurrió. Las víctimas, casi todas jóvenes, venían de la villa Cordillera de Los Andes. Allí y solo hace minutos, dos bandas se habían disputado la calle a tiros. El Centro de Investigación y Proyectos Periodísticos (CIP) de la Universidad Diego Portales documentó cada capa de esta historia: una de drogas, plomo y sangre… una, más bien, de abandono en un barrio donde todo ha fallado.
Eran pasadas las 10 de la noche del sábado 5 de febrero de 2022. En un lapso de pocas horas, y como nunca había ocurrido, la urgencia del Hospital El Pino en San Bernardo se llenó de personas baleadas. Fueron ocho en total. Dos de ellas murieron. Fue una noche de terror que en su origen remite al mismo hecho: una disputa por territorio y drogas con dos menores de edad como protagonistas.
Niños de quién
El 5 de febrero de 2022, ocho personas llegaron baleadas a la urgencia del Hospital El Pino, en San Bernardo. Nunca se supo qué fue lo que ocurrió. Las víctimas, casi todas jóvenes, venían de la villa Cordillera de Los Andes. Allí y solo hace minutos, dos bandas se habían disputado la calle a tiros. El Centro de Investigación y Proyectos Periodísticos (CIP) de la Universidad Diego Portales documentó cada capa de esta historia: una de drogas, plomo y sangre… una, más bien, de abandono en un barrio donde todo ha fallado.