
El Reino de Dios no llega con espectáculo, sino como semilla: pequeño, simple, pero lleno de potencial. Hoy reflexionamos sobre cómo Dios responde nuestras oraciones muchas veces con procesos, ideas y oportunidades que parecen pequeñas, pero que pueden transformarlo todo. No subestimes lo que tenés en tus manos: una semilla puede cambiar tu vida.