
Tomar las decisiones incorrectas no sólo pueden generarnos pequeños (o tremendos) dolores de cabeza, sino que además se vuelven una fuente de desperdicio de tiempo, dinero y esfuerzo tremenda.
Hoy te quiero dar una práctica simple pero super poderosa para que seas capaz de filtrar desde ya la info que recibas y puedas ser elegir en consciencia desde tu propósito para elevar tu productividad y optimizar tus recursos.
¿Ya conocías esta práctica? ¡Quiero saber qué descubriste al llevarla a la acción!