
Veo dos tendencias que no me gustan nada: aferrarse a definiciones que nos pintan positivamente porque nuestro ego quiere sentirse especial y aferrarse a definiciones desempoderantes porque así nos quedamos cómodos en el papel de víctima o nos ahorran trabajar en nosotros. De esa manera, en lugar de aprovechar estas herramientas para ser mejores personas, seres más conscientes y tener vínculos más saludables, nos quedamos estancados y chiquitos. Necesitamos autoobservarnos y además cuestionar la teoría