
Deseamos sentirnos libres porque la libertad es nuestra Naturaleza misma; somos eso.
El hecho mismo de que deseemos la liberación muestra que la libertad de toda esclavitud es nuestra Naturaleza real, es intrínseco al ser humano.
No tiene que adquirirse como algo nuevo. Todo lo que necesitamos es deshacernos de la falsa noción de que somos limitados, de que sólo podemos escoger esto o aquello, dejar de conformarnos con lo pequeño y escoger lo más grande, lo absoluto.