Por muchos años de mi vida sufrí mucho por no sentirme contenta dentro de mi propia piel. Tener unos cuantos kilos de más por encima de mi peso ideal me hacía sentir fea y poco deseable. Me costó mucho trabajo entender por qué me sentía así a pesar de que intelectualmente era capaz de reconocer mi valor como mujer y como persona.
Después de mucho darle vueltas al asunto y finalmente hacer el trabajo interior para conocerme fue que descubrí todas esas heridas del pasado que contribuían a mi dolor inexplicable con respecto a mi sobrepeso. Conocerme y sanar mis heridas me ha permitido transformarme y comprender que nuestro derecho a ser amadas no tiene nada que ver con la talla de nuestro pantalón y que la única razón por la que vale la pena cuidar nuestra figura es por una genuina intención de cuidar nuestra salud y contestar las preguntas que salen de nuestro interior y que tienen como propósito satisfacer nuestras necesidades emocionales. Mi cuerpo y mi autoestima son un asunto entre mi ser y yo y una vez que lo comprendo y me acepto y me amo, si estoy gordita o flaca en verdad ya no es relevante siempre que al mirarme al espejo ame mi reflejo al margen de las opiniones de los demás.
Si tú batallas con el amor a tu cuerpo, no te pierdas este episodio. Con amor, Evangelina
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