A Miriam le gusta jugar básquetbol con sus amigas, así que siempre lo hace en el parque después de clases. Ahí conoce a Fito, un chavo que se acerca y la reta a jugar sin darse cuenta que desde ese momento Tarta, el hermano de Fito, los graba desde lejos. Poco después Fito se acerca a Miriam en la calle y le pide lo agregue a sus redes sociales y ella lo hace por pena y en ese momento es secuestrada por los malvados chicos. Una vez que la joven es capturada sufre de violaciones constantes durante dos largas semanas, en las cuales cada vez que es agredida sexualmente por Fito, Tarta graba el atroz acontecimiento, hasta que logra que Tarta afloje sus ataduras y al zafarse hiere mortalmente a Fito. Cuando Miriam denuncia la violación es apresada porque las evidencias que presenta Tarta la incriminan, por lo que desesperada por el nuevo encierro intenta suicidarse, pero su mamá, y su abogada Fátima, logran demostrar defensa propia. Para salir adelante Miriam tiene que afrontar la verdad y permitir que la gente que la ama la apoye, y sobre todo permitir ayuda profesional.