Chuy vive feliz al lado de su esposo Memo y su pequeño Robertito, pero tienen muchas carencias y sobre todo no conviven; pues mientras ella trabaja de día, su esposo trabaja de noche. Llega la oportunidad de cambiar de trabajo por medio de su tía Mireya, y Chuy sin pensarlo lo aprovecha. En Fuller la joven comienza a ver progresos en su casa, con su hijo, y sobre todo en lo económico, pero mientras más éxito tiene en sus ventas, todo se viene abajo en vida personal, ya que Memo siente celos de la carrera de su esposa hasta que le pone un ultimátum, por lo que Chuy permite que él salga de su vida. Pasa el tiempo y a la bella mujer ya como coordinadora y una vez perdonado a su esposo, que regresa arrepentido, otro obstáculo más difícil se presenta, pues a Chuy le detectan cáncer. Sofía, su gerente de Fuller sin pensarlo busca a sus contactos para atender rápidamente a su joven colaboradora. Finalmente Chuy vence el cáncer y después de tanta lucha, pero también de tantas satisfacciones la nombran gerente, y ahí está Sofía, Paulina, Mireya y su familia para festejar con la valiente mujer.