
Como sociedad desde hace muchos años hemos normalizado el comentar otros cuerpos, y nos hemos atribuido además el derecho de juzgar si están bien o mal y hacérselo saber a las personas.
Mi gran pregunta es: ¿Quienes somos nosotros para decirle a alguien si su cuerpo está bien o mal?
Hemos normalizado tanto el criticar, juzgar y alagar cuerpos que ya lo hacemos de forma inmediata, sin nisiquiera pensar cómo eso puede afectarle al otro.