¿Te tiemblan las piernas cuando ves un perro de frente y el tuyo se pone en modo “misión imposible”? Tranqui. Hoy te doy un plan de emergencia para salir del lío sin gritos ni tirones… y un plan de 3 semanas para que tu perro siga pensando en los cruces, en vez de explotar.
Qué te llevas en este episodio:
Qué es de verdad la reactividad (no, tu perro no es “el malo del barrio”).
Tu umbral: cómo detectar ese punto antes de que tu perro deje de pensar.
Las 4 maniobras que te salvan el paseo:
Para con tu cuerpo, no con la correa (la famosa J sin tensión).
Abre espacio: curva amplia, giro en U corto o diagonal limpia.
Coloca a tu perro en el lado seguro al cruzar.
Toma la decisión tranquila y vete (cola más suelta, mirada rápida a ti, y a seguir).
Checklist del cruce perfecto: ¿abriste espacio? ¿volvió la J? ¿pillaste la ruta B?
Setup de entrenamiento: horarios tranquilos, calles anchas, arnés en Y o retriever de 2 m.
Semana 1 → 3: distancias, diagonales cada vez más limpias y cierre siempre ganando.
Errores a evitar: flexi (no, porfa), “aparcar” al perro, gritar, quemar su nombre o juntar “a ver qué pasa”.
Objetivo: menos metros para reaccionar, menos tiempo de recuperación y más minutos con la correa sin tensión. Si dudas, te das la vuelta. Cero épica, mucha cabeza.
🎁 Clase gratis (21 min): aprende a hacer que tu perro deje de tirar de la correa y te siga de verdad.
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