“Doctor”, es la expresión que escuchamos diariamente en los medios de comunicación, en el argot de la política al referirse a sus miembros, en las oficinas de entidades públicas y empresas del estado, en el mundo corporativo y empresarial y en muchos de nuestros vecindarios.

“Doctor”, es un término que hace parte de nuestro lenguaje común y aunque no tenga una razón válida para existir, se convirtió en una práctica habitual y cotidiana en todas las esferas de nuestra sociedad, lo cierto es, que no hay nada que lo evite, ni nadie que lo impida, por el contrario, cada vez su uso aumenta y se extiende su aplicación,  y aunque la mayoría de los verdaderos doctores no exigen que les digan “Doctor”, en el cotidiano vivir de nuestros entornos, la constante es la participación pasiva de quien recibe el título de “Doctor” sin serlo y del que lo dice por subordinación o costumbre.

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