
En los años 90, Tom Cruise y Brad Pitt fueron dos de los actores más taquilleros de Hollywood. Ambos conquistaron la pantalla grande con estilos muy distintos: Cruise con su intensidad y escenas de acción imposibles, y Pitt con su carisma en papeles memorables. Pero más allá de la fama, el dinero y el atractivo, surge la gran pregunta: ¿quién es realmente el mejor actor?