
Dicen que a principios de los **años noventa**, cuando la Ciudad de México comenzaba a endurecerse por la inseguridad y el miedo se colaba en cada esquina, ocurrió algo en **Tacuba** que dejó una herida imposible de cerrar.
En aquellos tiempos, los hospitales privados aparecían por todas partes: viejos caserones convertidos en clínicas improvisadas.
Uno de ellos era el Sanatorio Ulloa, en el número 894 de la Calzada México–Tacuba.
Algo sucedió dentro de aquellos pasillos fríos acompáñame a descubrir el misterio detrás de este sanatorio antiguo…
Créditos a quién corresponda…