
En este episodio de Mis Cielas exploramos el arte de transformarnos. Así como la oruga se encierra en su capullo para renacer como mariposa, también nosotras atravesamos procesos de silencio, dolor y espera que nos preparan para volar.
Este episodio es un recordatorio de que la metamorfosis no es el final, sino el comienzo de una vida más plena, auténtica y libre.