
¿Tú te has postrado por un milagro? ¿Le haz pedido algo a Dios como tu único recurso?
Quizás hoy tu esperanza esté agonizando y necesites un milagro a gritos, entonces LEVÁNTATE Y CREÉLE A DIOS, aunque ahora agonicen tus fuerzas, pues Él es el mismo ayer, hoy y siempre.
Un milagro es un hecho sobrenatural debido a una intervención divina, por lo tanto, ningún problema es demasiado grande para que Dios no intervenga, ni ninguna persona es demasiado pequeña para que no tenga la atención de Dios.
Lo primero que tienes que hacer es BUSCAR A DIOS.
Búscalo por lo que Él es, con todo tu corazón, con todas tus fuerzas, Él está cerca de ti aunque no lo puedas sentir… Pon tus ojos en Dios que sí sabe la situación por la que estás pasando. Ora a Aquél que sí puede hacer un milagro en tu vida: Dios.
Cuando el temor toque a tu puerta, manda a tu fe a responderle.
Cuando paso por momento difíciles me repito a mí misma: "No temo, CREO SOLAMENTE..."
17 «¡Oh Señor Soberano! Hiciste los cielos y la tierra con tu mano fuerte y tu brazo poderoso. ¡Nada es demasiado difícil para ti! (Jeremías 32:17 NTV)