
En la actualidad se ha perdido el temor reverente por el Señor y se ha suplido por la familiaridad con el cristianismo. Temer al Señor es la base de una vida sabia y consagrada al Dios Santo y Justo, Él es Fuego Consumidor. Nuestra adoración sincera es la forma de expresar nuestra devoción y reverencia; nuestra obediencia humilde y constante, una vida que refleja el respeto a los mandatos de nuestro Señor. Despojémonos de la rutina y vivamos cada oración, cada canción y cada servicio al Señor desde un corazón agradecido del que brota un anhelo de agradarle en lo íntimo.