
En el camino con Dios, las pruebas son parte del proceso. Pueden ser físicas, emocionales, económicas o espirituales, y nos alcanzan donde estemos. No son castigos, sino evidencia de que Dios está obrando en nosotros.
En la Biblia, hombres de fe como Abraham, José y David fueron probados, pero su confianza estuvo en Dios. Las pruebas forman nuestro carácter y nos acercan a Él. Aunque son difíciles, Santiago nos enseña a tener gozo, porque son herramientas de crecimiento. Dios es justo y nunca permitirá una prueba que no podamos soportar. Son oportunidades para obedecer y confiar más en Él.