
Esa sensación de que siempre podrías estar haciendo más.
Ese runrún mental que te recuerda que no hiciste lo “necesario”.
Esa culpa silenciosa que se cuela incluso en los ratos de descanso.
En este episodio vamos a hablar de una de las emociones más invisibles pero más pesadas del mundo emprendedor: la culpa.
Porque muchas veces, detrás de esa idea de que no estás haciendo lo suficiente, hay una trampa.
Un modelo de productividad que no se ajusta a tu cuerpo, a tu historia, ni a tus valores.
Una vara imposible, heredada, que te exigís cumplir sin cuestionarla.
Vamos a revisar por qué aparece esa culpa, qué función cumple, y sobre todo, cómo empezar a soltarla sin resignar compromiso ni ambición.