
Retomo la historia en el punto en el que lo dejé en el episodio anterior: nos juntamos muchas «cabezas pensantes» para ver si somos capaces de hacer algo en común.
Hablamos claro de lo que queremos cada uno y establecemos un punto de partida del que tirar en las siguientes reuniones.
Una idea clara: hay que hacer cosas y alguien las tiene que hacer, porque… las cosas no se hacen solas 😉