
La paciencia es un arma poderosa para conseguir nuestros objetivos a largo plazo. La podríamos definir como la capacidad de mantener la constancia a pesar de la oposición, dificultades o adversidades.
La paciencia no es sumisión pasiva, sino una postura activa ante los retos de la vida.
La práctica regular de la meditación nos ayuda a ser más pacientes y así se alimenta una visión positiva mientras se cultiva la capacidad de espera.
Nos permitimos soltar la ansiedad, las preocupaciones y las prisas para dejar que las cosas sucedan a su ritmo, a su momento y a su tiempo.