
Cuando me enteré de que Gustavo Cerati había sufrido un ACV el 15 de Mayo de 2010 experimenté algo inexplicable. Por un lado el impulso de no saber en qué podría terminar la historia y por otro, por primera vez pensar que Cerati podría morir pronto. No me cruzó otra cosa por la cabeza que no fuera escribir una canción para él. La vida me llevó a vivir a Buenos Aires durante un año y coincidir con Claudia, quien era parte de uno de los club de fans más antiguos de Soda.
Ella me invitó a entregarle en su mano la canción a la madre de Cerati y lo hice justo afuera de la clínica donde estaba internado.
Aquí te cuento toda la historia.