
¿Alguna vez te has sentido invisible al visitar una iglesia? En este episodio, nos pusimos en los zapatos del visitante. Fuimos a varias iglesias sin avisar, sin títulos, sin conexiones... y lo que descubrimos fue revelador. Hablamos de lo bueno, lo incómodo y lo dolorosamente honesto: desde la calidez de una sonrisa hasta los silencios que pesan más que un sermón.
Descubrimos que a veces como iglesia es fácil que se pierda de vista lo esencial, y lo urgente que es volver a ver a las personas como Jesús las ve. Si eres parte de una comunidad de fe, este episodio te hará pensar en cómo tratas a quienes llegan por primera vez.