Hoy quiero hablarte desde un lugar muy humano. Desde ese espacio donde el ego no es enemigo,sino una voz que aprendió a gritar para que no escucháramos el alma.  Ese ego que te dice que sigas sonriendo, aunque te estés rompiendo. Que te convence de que tienes que ser fuerte,aunque por dentro estés agotada. Que te hace competir, comparar, justificar…todo para no sentirte pequeña. Pero la verdad:es que no hay mayor grandeza que atreverte a ser tú. A quitarte las máscaras, una a una,aunque eso te deje desnuda frente a tu historia. Este episodio no viene a hablarte del ego como algo que hay que eliminar,sino como algo que hay que abrazar.Porque cuando lo miras con amor,descubres que detrás de cada reacción,de cada defensa, de cada impulso por tener razón,hay una herida que solo quiere ser vista. Y cuando la ves…cuando la nombras…cuando eliges sanar sin pretender,ahí comienza tu autenticidad.Ahí recuerdas quién eres.Ahí, por fin, vuelves a ti.