Hay un momento en la vida en que nos damos cuenta de que llevamos años intentando sanar… Analizando, buscando respuestas, leyendo, haciendo procesos, pero seguimos sintiendo el mismo vacío, reviviendo el mismo dolor. Y nos preguntas: ¿por qué, si lo he intentado todo, todavía duele? Porque a veces, sin notarlo, nos aferramos tanto al proceso de sanar… que nos olvidamos de vivir. Nos convertimos en cirujanos de nuestras propias heridas, abriendo una y otra vez la misma piel emocional, esperando que duela menos… cuando lo que el alma nos pide no es más análisis, sino descanso. Sanar no siempre es entender.A veces sanar es soltar,es rendirte con amor,es mirar al cielo y decir:“Ya aprendí lo que tenía que aprender.Ahora quiero vivir.” Este episodio no es un bálsamo,es un despertar: Una conversación de alma a alma para quienes se cansaron de sanar y están listos para volver a sentir, a reír, a amar… a VIVIR en plenitud . Porque la sanación no siempre es suave. A veces se siente como romper cadenas. Pero cuando lo haces,por fin eres libre.