
Por años nos dijeron (ok, yo fui uno de ellos) que había que estar en todos lados: Instagram, Facebook, Google, TikTok, el feed, los reels, los ads y el inbox del sobrino del primo del consumidor.
Pero, veo una tendencia que lo está cambiando todo y que además, ya empieza a surgir en conversaciones con clientes.
Lo digital se saturó. La atención se escurre cada vez más y todo resulta cada vez más complejo a niveles de hartazgo digital.