Cuando nos dan un nombre y nos hacemos una figura diferente. Hay casos en que las personas llevan un nombre con el que nos hacemos ideas muy locas, producimos una película mental entorno a cómo se llama ese personaje.

¿Cómo se imagina usted cuando le dicen William o Ace? El primero suena a un caballero de la corte real mientras que el segundo indica un anciano a punto de morir en un geriátrico. Las cosas de juzgar sin ver.