
“Y cuando Mical lo miró por la ventana, lo menospreció en su corazón…” (2 Samuel 6:16).
Pero David respondió: “Aún me haré más vil por causa de Jehová.”
Verdaderos adoradores no temen al juicio de los hombres, porque ya han sido vistos por Dios.
Bienvenidos al lugar donde la adoración no se mide desde la ventana, sino desde el altar.