
Saben hermanos(as), cuando pensé en este sermón tuve una gran variedad de emociones: primero fueron nervios, luego ansiedad, luego preocupación, luego aprehensión, luego... un poco de sueño, luego inquietud y luego incertidumbre. Pero ahora entiendo que los empleos de Marge es algo de lo que había que hablar... Amen.