
Estamos en Canadá, en América del Norte, nos calzamos los patines y salimos a recorrer parques, lagos y playas. Hablamos en francés, en inglés y algo de inuit. Vamos crazys por las calles, nos servimos un almuerzo desnudo, contemplamos la caída del imperio americano y las invasiones bárbaras, nos mira con atención un castor. Todo nos produce una gran seducción. Somos los amores imaginarios de alguien, nos espera para bendecirnos Jesús de Montreal.
Canadá, aquí estamos, somos los duques de la conversación, somos tuyos, llevaremos gafas de sol en la noche...