
Ser capaces de experimentar la respiración o los latidos cardíacos y observarlos sin más, nos conduce a la experiencia del aquí y ahora.
Además seguir el ritmo respiratorio natural que surge en nosotros en cada momento también nos puede aportar enfoque y calma.
Cuando decimos ancla, quiere decir que es algo a lo que atendemos y que nos mantiene en el presente. Como si nuestra mente se tratara de un barco que va a la deriva y podemos lanzar un ancla para no estar en la deriva del pasado ni del futuro. Más bien nos mantenernos en el sitio en el que queremos estar que es este momento.
Por otro lado, modificar a voluntad nuestro patrón respiratorio, también puede ser fuente de relajación y bienestar integral. Aquí te lo cuento todo :)
Gracias por escucharme!
Helen Almanza
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