
A veces pensamos en rendirnos. En dejar todo, empacar el cansancio y fingir que nunca tuvimos un sueño.
Yo también estuve ahí — más de una vez.
Pero resulta que no me fui. No lo dejé. Y tal vez eso cambió todo.
“El día que casi lo dejo todo” es una confesión sobre miedo, cambio y esas pequeñas decisiones que terminan salvándonos sin que nos demos cuenta.