
Al meditar en las cuatro respuestas a las oraciones podemos trazar un sencillo paralelo. La primera oración tenía como finalidad que el pecado de Israel fuero traído a luz. La segunda oración tuvo como objetivo la resurrección del hijo de la viuda. Por medio de la tercera oración, Elías buscaba el arrepentimiento y avivamiento del pueblo de Dios. En la cuarta encontramos un pedido de bendición.