
Conciencia e inconsciencia. Rutina o cambio. Calma o tensión. Riesgos o previsibilidad. Automatismos y arrebatos o protocolos y procesos.
El liderazgo 360 puede ayudarnos a encontrar un equilibrio entre lo duro y lo blando, las relaciones y los resultados, el trabajo en equipo y el desarrollo individual.
Una reflexión para iniciar este camino de crecimiento para todos.
Si querés profundizar en otros contenidos y aprendizajes, te invito a conocer mi web y a seguirme en IG
Soy Carlos Sosa y te acompaño a desarrollar un liderazgo 360