
Disfrutá de los laureles pero no te duermas en ellos. Cuando logramos estas instancias, llega un desafío aún mas difícil. Para sostener las fortalezas consolidadas necesitamos hacernos nuevas preguntas, y no quedarnos con las respuestas de siempre. Si no seguimos desafiándonos, caeremos en la zona de confort, que puede hacer peligrar todo lo ya conseguido.