
Decidimos abrir nuestro corazón, alma y sobretodo nuestra caja de pandora para darles el entretenimiento de penas ajenas que nos han pasado con nuestros familiares. Esperamos que Nunca escuchen nuestros padres este episodio hasta que cumplamos los 40 años cada uno. espero que se caguen de risa tanto como nosotros nos cagamos escuchándonos.