
Nosotros, los Caserta cuenta la historia de Chela Stradolini, una forastera en su propia familia y en todos los ámbitos en los que circula -en realidad circula por muy pocos ámbitos, es más, gran parte de su infancia la pasa encerrada en el altillo-. Descubre que el bodrio que tiene de familia viene de un linaje lejano, tiene raíces profundas en Europa. Y como es una obra de Venturini, también aparecen las deformidades, los crímenes, las manchas familiares, el personaje solitario. Y, también, aparece el ácido negro que es la escritura de Venturini que construye una novela que tiene el PH bajísimo.