
El último día de la batalla nunca es el más fácil… pero sí el más decisivo. Cuando sentimos que ya no podemos más, Dios sigue peleando por nosotros. En este mensaje descubrimos cómo confiar cuando estamos agotados, cómo se ve la victoria desde la perspectiva de Dios y por qué el final de la batalla siempre trae propósito, crecimiento y recompensa.
A menudo, el último día de la batalla es cuando más fuerte arrecia la oposición. Sin embargo, es también el momento en el que Dios demuestra su poder. La victoria está más cerca de lo que pensamos. Aprende a mantener tu posición, a escuchar su voz y a avanzar confiado hacia lo que Él ya ha determinado.