
En esta segunda parte de la historia de Matías Peralta Proske, conocemos a Erika, su mamá adoptiva, quien nos cuenta cómo aprendió que amar a un hijo es abrazar también su pasado. Hablamos del respeto, la paciencia y la empatía que hacen posible construir un vínculo verdadero. Erika comparte cómo ambos se transformaron, cómo nació el libro Soy el Matías y por qué cree que adoptar a un niño grande puede cambiar la vida.