
“Hay lugares en el mundo que parecen estar marcados por algo inexplicable. Lugares donde la lógica se congela, donde los hechos se distorsionan como si el propio tiempo se negara a avanzar. Uno de esos sitios está en los Urales del norte, en una región remota llamada Jolat Siajl por los pueblos indígenas Mansi: ‘la Montaña de la Muerte’.