
¿Y si te dijera que hubo un hombre que, mientras el Imperio romano se hundía en la corrupción y la locura de emperadores como Nerón, decidió seguir adelante... como si nada?
Un hombre del que no sabemos ni cuándo nació ni dónde murió. Que no dejó libros ni discursos, pero cuya vida —o más bien, su forma de vivirla— dejó una huella tan profunda que siglos después seguimos hablando de él.
Hoy te hablaré de Paconio Agripino, el estoico olvidado que se convirtió en una leyenda no por su poder, ni por su riqueza, ni por sus conquistas militares, sino por su carácter. Por su capacidad de mantener la calma cuando el mundo ardía. Por ser, en sus propias palabras, "el hilo púrpura" de una prenda gris: ese detalle pequeño pero brillante que da sentido y belleza a todo lo demás.
En este episodio, exploramos su vida, su legado y su forma radicalmente tranquila de plantarse ante el poder y el absurdo. Un recordatorio de que la verdadera rebeldía no siempre grita. A veces, simplemente se mantiene firme.
Bienvenido a La Tribu Estoica, comenzamos.
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