
Hay dos motivos por los cuales las mujeres son asesinadas por los miembros de la ‘Ndrangheta: a algunas de ellas las matan por la casualidad o el mal destino y otras por la necesidad de la mafia. Sea por el motivo que sea, la numerosa cantidad de casos de mujeres asesinadas por la mafia demuestra que no existe ningún tipo de "código" capaz de liberar a las mujeres y a los niños de la violencia mafiosa. Decenas y decenas de mujeres fueron y son exterminadas por haberse atribuido el derecho a seguir sus propios sentimientos, deseos e impulsos o simplemente por intentar liberarse del manto y la fealdad de los ambientes mafiosos, para intentar no terminar siendo asesinadas por una mentalidad retrógrada y machista.
En el mismo tiempo en que se ha comenzado a hablar y percibir está nueva ola de la milenaria revolución femenina, en la sociedad del hampa, donde las madres, esposas, hermanas e hijas están acostumbradas al silencio y a la obediencia, empezaron a levantar la cabeza, a decir no y a arrebatar de las manos de la mafia a sus hijos, hermanos, esposos y padres de un destino marcado por la violencia, la cárcel y la muerte. Pero la revolución no ha tocado sólo a mujeres vinculadas a las organizaciones mafiosas, el coraje atravesó también a aquellas mujeres que sin saberlo se cruzaron en el destino de la mafia, como fue la vida y la muerte de Rossella Casini.