
El dióxido de cloro (ClO2) se ha utilizado desde hace más de 100 años para combatir todo tipo de bacterias, virus y hongos. Actúa como desinfectante, ya que en su modo de acción resulta ser un oxidante.
La reciente pandemia del coronavirus Covid-19 exige soluciones urgentes con enfoques alternativos. Por ello, el dióxido de cloro (ClO 2 ) en solución acuosa a dosis bajas promete ser una solución ideal, rápida y efectiva para la eliminación de este virus.
Demasiadas veces ocurre que la solución se halla en el camino más simple.
El planteamiento es el siguiente: por un lado sabemos que los virus son absolutamente sensibles a la oxidación y por otro, si funciona en bolsas de sangre humana contra virus como el VIH y otros patógenos, lógicamente puede funcionar en este caso también. En la orden del dragón hacemos un análisis exhaustivo sobre el origen de este tratamiento y su difusión mediante el biofísico alemán Andreas Kalcker.