En un mundo lleno de expertos en todo —inteligencia artificial, guerras, economía, política, cambio climático— parece que siempre tenemos que tener una opinión inmediata. Pero, ¿y si la respuesta más honesta fuera simplemente: “no lo sé”?
En este episodio reflexiono sobre la importancia de reconocer nuestros límites: desde los que predicen el fin del trabajo por culpa de la IA, hasta quienes aseguran saber cuándo terminará una guerra. También comparto anécdotas personales, como lo que les digo a mis hijos cuando me hacen preguntas imposibles, o por qué decidí dejar de ejercer como coach al darme cuenta de que nadie tiene todas las respuestas.
Decir “no lo sé” no es un fracaso: es un acto de humildad, de autenticidad y, muchas veces, de confianza.
Porque reconocer que no lo sabemos todo… nos hace más humanos.
