
La mujer de Potifar puso sus ojos en José. Era una mujer desvergonzada, sin decencia e irrespetuosa, y estaba empeñada en cometer maldad con tal de lograr obtener su objetivo. Como dice en el versículo 10: Hablando ella a José cada día, y no escuchándola él para acostarse al lado de ella, para estar con ella.