
El adulterio por lo general se refiere a cuando un hombre o una mujer casados tienen voluntariamente relaciones sexuales con alguien que no es su cónyuge (Job 24:15; Proverbios 30:20). El adulterio es algo repugnante para Dios. De hecho, en la Ley que le dio a Israel, el adulterio se castigaba con la muerte (Levítico 18:20, 22, 29). Y Jesucristo dijo que sus discípulos no debían cometer adulterio (Mateo 5:27, 28; Lucas 18:18-20).