
El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) ha matado a más de 40 millones de personas desde 1981. Actualmente hay más de 38 millones de infectados con el virus que provoca esta enfermedad (VIH). Por suerte, la mayoría de ellos no llegarán a desarrollar el SIDA. Los fármacos antirretrovirales han conseguido convertir esta enfermedad en crónica y han mejorado muchísimo la calidad de vida de los pacientes.
Desgraciadamente, después de décadas de lucha contra el VIH, el SIDA es aún una enfermedad incurable. Por si fuera poco, la búsqueda de una vacuna que frene al virus tampoco está dando los frutos esperados.
Aún así, no todo son malas noticias, en Julio de este mismo año un equipo de investigadores del Hospital Clínic ha presentado a “la paciente Barcelona”. Se trata de una mujer que lleva 15 años sin rastro del virus en su sangre a pesar de no tomar fármacos antirretrovirales. Si todo sigue como parece, esta paciente podría unirse pronto a un reducido grupo de personas que se han curado del SIDA desde que empezó la pandemia, aunque lo habría hecho por una vía totalmente diferente.
¿Cómo lo hace el VIH para sortear todas las armas de nuestro sistema inmunitario? ¿Por qué después de décadas de investigación aún no se ha encontrado una vacuna contra el SIDA? ¿Nos acercará el estudio de la paciente de Barcelona a una cura contra el SIDA?