
¿Recuerdas cuando el verano significaba cartelera llena, filas largas y salas frías de aire acondicionado? Este episodio es una carta de amor (y reclamo) al cine de antes: aquel que nos reunía en butacas oscuras, nos sorprendía con historias originales y nos dejaba pensando días enteros.
Entre ironía, reflexión y una pizca de nostalgia, esta entrega cuestiona el rumbo del cine comercial, el consumo por algoritmo y la pérdida de la experiencia colectiva de ver una película.
Un episodio para quienes crecieron con VHS, lloraron con Andy despidiéndose de Woody, y todavía esperan una buena historia que los saque de la zona de confort digital.
La Cueva de los Desvaríos: el lugar donde los recuerdos no estorban y las ideas no necesitan permiso.