
Una vez que sea agotada la manifestación social, el siguiente paso es el activismo jurídico, buscar todos los foros e instancias que sean necesarias para evidenciar los hechos que vulneraran nuestros derechos. El activismo jurídico ERA, FUE Y SERÁ el acto de lamentar, combatir y prevenir atrocidades similares a las ocurridas durante la Segunda Guerra Mundial en contra la población civil y desde luego, enfrentar los nuevos desafíos que atentan contra el género humano en nuestra época actual.