
No solo hay cuatro evangelios, como estamos acostumbrados a pensar. Hubo más, escritos por distintas comunidades. En los que se encontraron en las cuevas de Nag Hammadi en Egipto, concretamente en el Evangelio de Felipe, se habla de María Magdalena como la “compañera” de Jesús. Se emplea la palabra griega “koinonós”, compañera, pareja. Y se dice que Jesús a menudo la besaba en la boca.