
Uno de los principios más elementales de la ciencia es siempre buscar respuestas a las grandes preguntas que nos encontramos, pero ¿Qué pasa cuando el camino a dichas respuestas se distorsiona por fines completamente egoístas? ¿O qué pasa cuando las respuestas que buscamos son aún más misteriosas que las preguntas? Hoy les contaremos veces en las que la ciencia fue verdaderamente aterradora.